Page 52 - San Luis Bertrán Eixarch
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haber hecho la humanidad oídos sordos a la
predicación de San Francisco y Santo Domingo,
y que esta detención duraría hasta cuando
estuvieran marcados con la sangre del Cordero,
todos los que habrán de librar el buen combate y
habitar en la Jerusalén celestial.
Se dice de San Luis, que es el segundo
Ángel del Apocalipsis, el del Capítulo 14 que
volaba por el Cielo llevando la buena nueva
eterna para predicarla a todas las naciones,
tribus, lenguas y pueblos. Sufría mucho por las
grandes perplejidades y consecuencias que el
Renacimiento y el Protestantismo representaban
para el futuro de la Iglesia en Europa y cómo
prevenirlo en la naciente y tierna sociedad
católica que comenzaba a surgir en América.
El Beato franciscano Nicolás Factor
siempre lo animaba, contándole las visiones que
tenía con respecto a la crisis de la Iglesia y cómo
cuando los enemigos de Dios estuvieran
celebrando alegremente muy seguros de haber
logrado cumplir su extenso plan maléfico, por
una lluvia incontenible de gracias, la Santa
Iglesia sería restaurada en su totalidad y
entonces se apreciaría con toda claridad los
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