Page 82 - San Luis Bertrán Eixarch

todas las capas de la sociedad y en todos los

frentes, que dejó perplejos a los protestantes
cuando pensaban con gozo y atrevidamente, que
ya habían ganado con su estratagema.

Mientras unos Santos permanecían en
Europa, inclinando la balanza de la historia en el
platillo opuesto al que quería la Reforma

Protestante, otros salían de Europa y pasaban al
África y el Lejano Oriente. Pero especialmente
salían para las Indias Occidentales, que era

como se llamaba el continente Americano.
Justo en medio de tantos contrastes,

incertidumbres y dificultades para la Iglesia
Católica, el descubrimiento del nuevo
Continente venía a confirmar la pedagogía que
siempre utilizó la Divina Providencia para

restaurar los pueblos cristianos, revitalizarlos en
la fe y conjurar la confusión de las inteligencias,

propagando de nuevo el mensaje de Jesucristo.
Esta pedagogía es el sufrimiento correctivo
o penitencia, la oración, la práctica de la caridad
apostólica, junto con la enseñanza de la verdad,

según dice el Salmo 23 ―Tu vara y tu báculo han
sido mi consuelo‖.

Era en este momento España, una nación

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