Page 27 - Libro de Chiquinquirá
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está al lado de vuestro asiento.
                  Parece que se está quemando!

                        Regresó corriendo María
                  Ramos y quedó admirada de
                  ver tan estupendo prodigio.
                  Llena de asombro, llorando se
                  arrojó a los pies de la Virgen y
                  con mucho temor puso los ojos
                  en ella, viendo cumplidos sus
                  deseos, pues: Estaba la imagen
                  de la Madre de Dios, con una
                  hermosura sin igual y con la
                  línea muy nítida y unos colores
                  extraordinariamente vivos,
                  despidiendo de sí grandes
                  resplandores que bañaban de
                  luz a los santos que tenía a los
                  lados y llenaba de claridad toda
                  la habitación.

                  Continúan diciendo distintos
            cronistas:

                        La pintura ya no estaba en
                  su lugar habitual, sino en el
                  piso, quedando completamente
                  renovada y permaneciendo
                  apenas algunos de los agujeros
                  como testimonio del grave

                                                                   19
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