Page 23 - Libro de Chiquinquirá
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evangelización en aquel lugar se
            presentaban muy difíciles, debido a que
            algunos indígenas de la región, que no
            habían querido aceptar a Nuestro Señor

            Jesucristo, continuaban visitando una
            laguna grande llamada de Fúquene,
            para adorarla.

                  Además, los caciques iban de
            tiempo en tiempo a ese lugar sagrado
            para cumplir con el rito reservado

            exclusivamente a ellos, el cual consistía
            en sumergirse en la laguna para limpiar
            su cuerpo y alma, luego se untaban
            aceite y cubrían de oro en polvo para
            ofrecer al sol sacrificios humanos de
            niños que recién nacidos que habían
            sido robados o tomados en batalla de
            las tribus vecinas, los cuales eran
            entregados como mojas a los

            sacerdotes del Templo del Sol.

                  Del pago que recibían de los
            caciques por la crianza y protección de
            la castidad de estos niños, era que
            subsistían los sacerdotes del Templo del
            Sol en Sogamoso. Los caciques muiscas

            consideraban que los sacrificios de

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