Page 109 - San Luis Bertrán Eixarch

quería ser mártir para reparar por las falsas
doctrinas. No era para él suficiente ayunar los
días viernes durante los siete meses que

prescriben las Constituciones de la Orden, que
son los meses que van desde de fiesta de la Santa
Cruz en el mes de septiembre, hasta la Pascua de
Resurrección.
Hizo profesión del hábito con los tres votos
solemnes, el 27 de agosto de 1545.
Hasta el día de su muerte guardó con
mucho celo las cosas sustanciales que le
enseñaron en la Orden, las cuales son: Perfecta
obediencia, pobreza y castidad absoluta.
También, por sencillos que fueran, guardó
todo el ceremonial y los protocolos sociales
internos y externos propios de los sacerdotes y
todo lo relacionado con el recato y la modestia.
Cuando conversaba no decía donaires,
limitándose siempre que fuera necesario a dar
las gracias, con lo cual evitó muchos pecados
veniales. Dormía siempre vestido y sentado
sobre un banco sin espaldar, o en la cama hecha
de listones en forma de parrilla, arropado con
una cobija si hacía mucho frío.
No ponía azúcar en los alimentos para no

encontrar gusto en ellos. Además solía decir en
el comedor: «Domine hicure, hic seca, hic non
parcas, ut in æternum parcas» (Señor, aquí quema,

95