Page 112 - San Luis Bertrán Eixarch
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enfermedades o lo que fuera.

                  Su valentía era impávida y ante el peligro
            su temperamento permanecía siempre sereno,
            imperturbable y razonaba con tanta claridad,

            que los que estaban a su lado rápidamente se
            recuperaban del temor inicial y se sentían
            protegidos y decididos a enfrentar cualquier

            dificultad por grave que ésta fuera.
                  Conocemos detalles de la vida misionera de
            San Luis Bertrán, por los cronistas de la Nueva

            Granada, pero especialmente por su biógrafo Fr.
            Vicente Justiniano Antist (1543-1595), escritor de

            muchas obras, compañero de vida religiosa,
            amigo y confesor del Santo. Dice Fr. Antist:
                        Toda la vida fue recatado, y no se
                  hallará novicio que le hiciese ventaja en llevar
                  los ojos bajos en el coro, el refectorio, fuera y
                  dentro de la casa. Era muy austero en su vida,
                  absteniéndose en el comer, templado en el
                  beber, amigo de vigilias y largas oraciones.
                  Conservó siempre puras e intactas las flores de
                  la virginidad.
                        Ocho años estuvo haciendo penitencias
                  porque le parecía que su padre estaba penando
                  en el purgatorio y un día soñó que lo había
                  sacado de allí, viéndolo que pasaba a un jardín
                  muy ameno que era la gloria del cielo.


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