Page 110 - San Luis Bertrán Eixarch
P. 110

aquí corta, aquí no perdones, para que me perdones en

            la eternidad).
                  Apenas había cumplido 21 años, cuando Fr.
            Juan recomendó su  ordenación y en 1547 fue

            elevado al sacerdocio por el religioso agustino,
            Arzobispo de Valencia, Santo Tomás de
            Villanueva (1486-1555).

                  Fr. Juan Micó murió en olor de santidad y
            estando sus compañeros religiosos alrededor de
            su cama llorando por su partida, les dijo: «Padres

            no lloren por mí, que ya en la casa hay un santo entre
            ustedes». Todos entendieron que él se iba pero

            quedaba Fr. Luis Bertrán. (Fr. Antist, p. 14).
                  Pasados los años, una vez conversando con
            Juan Luis, su padre, le dijo que nunca tuvo un
            momento de mayor angustia que cuando él

            había decidido dedicarse a la vida religiosa, por
            la debilidad de su constitución física. Pero que

            ahora estaba viviendo el hecho más feliz de toda
            su existencia, que era ver cómo un hijo suyo
            hacía honor al buen nombre del apellido Bertrán
            y a la tradición familiar de servir con espíritu de

            santidad a la Iglesia.






            96
   105   106   107   108   109   110   111   112   113   114   115