Page 111 - San Luis Bertrán Eixarch
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4 Forma de la santidad de
San Luis Bertrán
Su fisonomía, tal como la reflejó el pintor
valenciano Sariñena (1545-1619), que
personalmente lo conoció, en alguna forma
recuerda las figuras del Greco.
Fr. Luis era alto, de cara larga delgada,
nariz aguileña, ojos profundos y manos finas.
Continuamente tuvo una propensión a la
melancolía y ese rasgo deficiente de su
personalidad le perduró toda su vida, a lo cual se
agregaba su constitución débil y enfermiza.
Siempre conservó la inocencia de la gracia
bautismal. En una ocasión, dijo a cierta persona,
que se despertaba por las noches y con sólo
recordar la grandeza y presencia de Dios, se
ponía a temblar y los huesos le hacían crujidos.
Este temor de Dios le concedía un valor
ilimitado. Cuenta su biógrafo que: «Nunca tenía
en cuenta contentar a las personas, sino a Dios y a
santo Domingo». Poseía una cualidad poco
frecuente, que es no sentir temor delante de los
hombres, las fieras, la naturaleza hostil, las
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