Page 193 - San Luis Bertrán Eixarch
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núcleo principal indígena no había querido ir a

            vivir en el pueblo y preferían la jungla.
                  Siempre a su estilo, San Luis llegó y fue en
            seguida a buscarlos. No habiendo camino

            peligroso que lo amedrentase, se internaba en la
            selva hasta llegar a los ranchos más escondidos.
                  En los tres años que pasó como cura del

            caserío de Tubará, cuentan que derribaba los
            ídolos o mandaba quemar las chozas que les
            servían de adoratorios. En una ocasión, cuando

            reprobaba públicamente a un cacique que estaba
            amancebado con una indígena casada que vivía

            en el pueblo, el indio aludido le lanzó con todas
            sus fuerzas la macana, pero el Señor desvió el
            curso mortal de la trayectoria. San Luis, siguió
            impávido y se puso a hacer sus oficios.

                  Se cuidaba muy poco, lo mínimo exigido
            por la prudencia sobrenatural que poseía y en

            cambio sí se arriesgaba mucho, entrando de
            lleno en la predicación de Cristo crucificado, lo
            cual para algunos era una locura y para otros un
            escándalo, según dice el texto sagrado

            (1Corintios  1,23).
                  En muchas ocasiones se cumplían en San

            Luis, las palabras de Jesús a sus mensajeros


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