Page 197 - San Luis Bertrán Eixarch
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En otra ocasión, tratando de persuadir a un

            cacique principal, éste le decía: «No me bautizo.
            Tu religión me gusta, pero tengo miedo de mi ídolo».
            San Luis Bertrán se dispuso a terminar con ese

            miedo. Ante el pánico de todos, se acercó al
            adoratorio, tumbó al ídolo y la emprendió contra
            el fetiche, dándole de puntapiés hasta que el

            cacique y los suyos se vieron libres del temor
            idolátrico y convencidos aceptaron el Evangelio.
            Esto demuestra que los sacerdotes cuando tienen

            fe, poseen autoridad espiritual para expulsar los
            demonios y derribar los ídolos, sin que les pase

            nada.
                  Era muy frecuente que los brujos
            conspiraran contra San Luis y se reunían en
            grupos para atacarle a piedra. Cuando sus dos

            esclavos le aconsejaban que se retirara para
            proteger su vida, les decía: ―Hermanos, no temáis

            que no podrán dañarme‖. Y efectivamente cuando
            llegaba la multitud, se sentaban en el piso y se
            ponían a escucharlo. Después la mayoría pedía
            recibir la doctrina y el bautismo.

                  Deseando convertir a un brujo muy
            importante, durante dos años hizo oración y

            penitencia, al final Dios le concedió lo que


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