Page 195 - San Luis Bertrán Eixarch
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Luis en estado crítico luchando con la muerte y

            se le cayeron el pelo, la barba y las uñas.
                  Aprovechando su grave intoxicación, cinco
            caciques se presentaron y se llevaron los huesos

            del Mohan. Cuando se supo en la selva que Fr.
            Luis no había muerto bajo la acción de ese
            veneno, que se consideraba el más potente de

            cuantos había en la región Tayrona, y que los
            caciques habían logrado recuperar los huesos, se
            alebrestaron más de trescientos indígenas y bien

            armados llegaron donde él, dispuestos a
            terminar la obra comenzada por el brujo.

                  Dos esclavos negros que le habían dado
            para que lo acompañaran, sirvieran como
            auxiliares y le ayudaran a cuidar la parroquia,
            prepararon sus arcabuces para defenderlo, pero

            él los apartó y salió al encuentro de la
            muchedumbre. Un indígena bautizado que venía

            con ellos, les pidió que antes de proceder a
            rematar al misionero primero lo escucharan. San
            Luis, les predicó con tanto fervor y exhortación,
            que aquella multitud llorando pidió ser instruida

            y bautizada cuanto antes. Sin embargo, como la
            bondad no siempre desarma el pecado, unos

            pocos indígenas endurecidos en su hostilidad,


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