Page 223 - San Luis Bertrán Eixarch
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de San Luis, que la vitualla para el viaje ya

            estaba aparejada y que saliera cuanto antes. San
            Luis le respondió: ―Si Dios Nuestro Señor
            determinó que yo volviera a España, hará que no

            parta la flota sin mí, yo le diré el día de mi partida‖.
                  Entonces pasaron quince días y dio a luz la
            señora del amigo y bautizando la criatura salió

            de la casa para visitar unos indígenas que hacía
            ya tiempo había bautizado, dejando dicho que de
            ninguna manera fueran a dejar a la señora sola.

                  Las criadas viéndola dormida determinaron
            dejarla sola por un rato y sucedió que una

            serpiente boa muy gruesa entró a la habitación,
            la señora asustada salió despavorida, recibiendo
            un viento frío que le afectó los pulmones.
            Herida de muerte expiró al cuarto día.

                  Llegado el Santo, celebró la Santa Misa por
            su alma, veló toda la noche el cuerpo de la

            difunta y durante el sepelio predicó en alabanza
            de la vida virtuosa que la señora llevaba.
                  Le dijo a su amigo que si había estado allí,
            era porque Dios quería que le agradeciera todo lo

            que había hecho por él cuando estuvo de cura en
            ese pueblo y que dentro de pocos días vendría

            una mujer, a la cual de ningún modo la debía


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