Page 226 - San Luis Bertrán Eixarch
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En 1574, el Capítulo dominicano de la
provincia de Aragón lo nombró Predicador
General de la Orden.
Su predicación, sencilla y sumamente
vibrante, llegaba directamente a los corazones.
Solía hacer su exposición más gráfica y
conmovedora contando muchos ejemplos y
anécdotas de su apostolado en América, cosa que
a veces decía en tercera persona, para no hacer
tan evidentes los milagros, sino más bien dejar
una lección moral.
Cuenta Fr. Vidal y Micó:
En su predicación -testifica un
contemporáneo- no era muy gracioso, ni
pretendía deleitar a los oyentes, pero tenía un
espíritu que movía mucho, porque aunque no
tenía la voz muy sonora, ni era tan expedito de
lengua como algunos, era tan grande el fervor
con que hablaba, que muy pocos advertían
aquellas faltas de oratoria.
Rápidamente desengañaba a los oyentes de
las vanidades del mundo: «Todo es sueño en esta
vida», decía. Precavía sobre la avidez de
acumular y acumular riquezas: “¿Qué pensáis, no
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