Page 229 - San Luis Bertrán Eixarch
P. 229
En una ocasión, un hombre avaro y muy
poderoso, lleno de ira al oír lo que decía, quiso
subirse al púlpito para ejecutarlo con un puñal,
pero en el momento en que subía, asustado tuvo
que retirarse a toda prisa porque lo vio todo
cercado de fuego.
9.1 Nunca se espantó de ningún pecado que
le confesaran
Una vez un caballero que se estaba
confesando con él, le preguntó: ―¿Su reverencia
con el rostro tan sereno y apacible, no se escandaliza
de mi pecado?‖. Él le respondió:
Hermano, por la gracia de Dios en
semejantes pecados no he caído, pero considero
que su misericordia es tan grande, que te ha
traído a mí porque quiere perdonarte y para
que hagas verdadera penitencia.
Cierta vez que Fr. Alfonso Godoy,
sacerdote muy ejemplar, se estaba confesando
con él, cuando terminó salió llorando.
Sorprendido otro religioso quien también había
confesado durante mucho tiempo a Fr. Alonso,
y conocía de sus virtudes, le preguntó por qué
215

