Page 230 - San Luis Bertrán Eixarch
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lloraba, él le respondió: ―De alegría, porque un
carbón encendido enciende otro‖.
Como maestro espiritual, dice Fr. Antist:
No era de la condición de algunos
maestros de avanzada edad, que quieren andar
tanto por el camino de la devoción que aborrece
el estudio, como si las letras fueran contrarias
a la santidad, o como si la ignorancia ayudase
a la devoción.
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