Page 235 - San Luis Bertrán Eixarch
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penitencia para reparar por el avance imparable
del protestantismo se hacían apremiantes y le
faltaba tiempo debido a la cantidad de gente que
lo solicitaba para una serie interminable de
requerimientos, incluso pedían que les hiciera
milagros.
Finalmente, el consejo de sus hermanos de
vocación y el entusiasmo por su Orden lo
retuvieron como hijo de Santo Domingo. En
esta ocasión nuevamente la Providencia le sujetó
para la gloria de su Comunidad por medio del
amor que le tenían sus condiscípulos de Cristo y
no permitió que diera un paso en falso
dedicándose de lleno a la vida contemplativa.
Después de superar este deseo tan fuerte,
tuvo San Luis intervenciones públicas de gran
importancia, como fue en 1579 el Sermón de
Autos que le solicitó la Inquisición, acerca de
los Iluminados de Valencia, un grupo pseudo
místico que allí se había formado.
En este famoso Sermón, avisó con gran
severidad que se debían evitar “las pláticas de
visiones en las casas, aunque parezcan del cielo y los
arrobos, etc., por la gran perturbación y daño
espiritual que pueden ocasionar a las almas‖.
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